30.12.08

La conjura

-¿Dónde están los niños? -preguntó Boris Isáievich mientras atravesaba la sala con su paso rápido y ligero, alegrándose profundamente por el desorden reinante.
(...)
-La conjura de la amistad -lee él en los labios de ella.
-Nuestro santo y seña -le responde él de la misma manera. Haz algo que lo consolide.
(...)
-Mamá, no quiero que se vaya -dice él después de la cena.
-No se irá. Papá los llevará al teatro. Ya nos hemos puesto de acuerdo con sus padres.

¡Cómo! ¿Todavía? La nieve se agita a la luz de los faroles, el caballo tiembla ligeramente de cuando en cuando bajo la red azul, la manta de viaje ya está extendida. Boris Isáievich entra primero, perfumado y engalanado, y luego hace subir al trineo a Vera y a Sam. Arreglan rápidamente la manta, se eleva una nube de vapor, el reloj que el cochero lleva en la cintura se empaña. Vera pone sus pies (pensando que se trata de un banco) sobre la pierna inmóvil de Boris Isáievich. Está sentada en medio, con las manos ocultas. Sam le cae encima cada vez que hay una curva en el camino y siente su peso macizo; él le echa el cálido aliento y Vera entorna los ojos. El caballo hace saltar la nieve con sus pezuñas; la mano grande enfundada en piel de Boris Isáievich los sostiene desde atrás. ¿Quién está cautivo de quién, Sam de ella o ella de Sam? No se sabe. Pero ojalá que ese cautiverio dure, porque esto es la felicidad.

Nina Berberova, de su novela El libro de la felicidad.

26.12.08

José Watanabe

El guardián del hielo

Y coincidimos en el terral
el heladero con su carretilla averiada
y yo
que corría tras los pájaros huidos del fuego
de la zafra.
También coincidió el sol.
En esa situación cómo negarse a un favor llano:
el heladero me pidió cuidar su efímero hielo.
Oh cuidar lo fugaz bajo el sol...
El hielo empezó a derretirse
bajo mi sombra, tan desesperada
como inútil.

Diluyéndose
dibujaba seres esbeltos y primordiales
que sólo un instante tenían firmeza
de cristal de cuarzo
y enseguida eran formas puras
como de montaña o planeta
que se devasta.
No se puede amar lo que tan rápido fuga.
Ama rápido, me dijo el sol.
Y así aprendí, en su ardiente y perverso reino,
a cumplir con la vida:
Yo soy el guardían del hielo.

20.12.08

Entre árboles

Friedensreich Hundertwasser
"Los materiales transformados por la técnica no pueden disipar su origen terrestre. Todos los materiales de la construcción urbana son derivaciones modificadas de los elementos naturales. Lo vegetal sigue allí, con su secreto inconciente, entre las durezas de la materia conformada. Lo inconciente vegetal permanece por debajo del cambio técnico frenético. Lo vegetal es la grieta rebelde en el pulcro cemento. Los árboles inquilinos, los techos-tierra de Hundertwasser, hacen consciente, dentro del espacio urbano aparentemente acabado, lo inconsciente vegetal."
Esteban Ierardo

17.12.08

El tempo de la vida

Al nombrar los objetos, hago surgir un mundo encantado, un mundo de monstruos sobre el claroscuro mal diferenciado del mundo; un mundo de potencias al que intimo, al que invoco y al que convoco.

Al nombrarlos, flora, fauna, en su extrañeza, participo en su fuerza; participo de su fuerza.

En cuanto a la imagen, es distinto; la imagen vuelve a ligar el objeto; acaba de denotar, al mostrarme su faz desconocida, su singularidad, pero mediante la confrontación y la revelación de sus relaciones, define no ya su ser sino sus potencialidades; en resumen, lo dota de su trascendencia fundamental.

El ritmo por último, y tal vez tendría que haber comenzado por aquí, porque es en definitiva la emoción primera, plegaria y conminación que anuncia en principio su rumor. ¿Venido de dónde? No artificialmente impuesto desde afuera, sino surgido de las profundidades. Noche de sangre que brinca en el día y se impone; el tempo de la vida; su sacudida; no la música de las palabras captada, sino su más profunda vibración interior. Por este motivo, el escultor sudanés sólo trabaja de noche y cantando, incorpora a la estatua el verbo encantador.

Entonces, ¿quid de la poesía? Hay que volver una y otra vez a ella: surgida del vacío interior, como un volcán que emerge del caos primitivo, es nuestro lugar de fuerza; la situación eminente desde donde intimamos; magia; magia.

Aimé Césaire

12.12.08

Lo único que quiero

estoy en la ruta
vacía
viajo
buscando algo
pero no sé qué es

te odio un poco
te quiero un poco
te amo
cuando me olvido
de mí

quiero ser fuerte
quiero reír
y reír
estar
con los vivos

sentirme acá
y bailar
hasta que las suelas
de estas botas
se deshagan

bailemos
quién sabe
quizá podríamos
enamorarnos
locamente

lo único que quiero
es que nuestro amor
haga relucir
lo mejor de vos
y lo mejor de mí

quiero decírtelo
todo y
bañarte y
renovarte
una y otra vez

celebro
que la vida sea
nuestra causa
pienso en tu beso
y me pierdo en él

como no ves
la herida
te devuelvo el daño
para no sufrir
yo sola

estoy en la ruta
vacía
viajo
buscando eso
que me libere

los celos y la codicia
son el final
anulan
la dicha
de lo que pudo ser

quiero reír y brillar
ser la que querés ver
tejerte una bufanda
y escribirte
cartas de amor

quiero ayudarte
a que estés mejor
y te sientas libre
y te sientas
libre

"Minimalista" versión del tema All I want de Joni Mitchell

5.12.08

Osvaldo Bossi

Sola como yo y tan casta
que mi deseo no bastaba y cargué
con el tuyo, sin saber lo que hacía,
porque yo era un muchacho ciego de amor
que por otro vivía, buscaba su agua
en el desierto.

4.12.08

Yo no fui

4, 5 y 6 de diciembre de 10 a 22 hs.

Durante tres días se exhibirá el trabajo realizado por Yo no fui en las cárceles de mujeres de Ezeiza y en los talleres con las mujeres que han recuperado su libertad.
Lectura de poesía del taller de la U. 31 y del taller de afuera.
Muestra de fotografía del taller de la U. 31. Proyección de videos.
Presentación del disco No me digas que no.
Venta de los productos realizados en los talleres de encuadernación, diseño textil y serigrafía.