30.10.08

Distancia

( ... ) En la felicidad, en cambio, como en cualquiera de sus satélites, no encuentra más que artificio; no exactamente engaño ni simulación, sino el fruto de un artesanado, la obra más o menos trabajosa de una voluntad, que puede entender y apreciar y a veces hasta comparte, pero que por alguna razón, viciada como está por su origen, siempre parece interponer entre él y ella una distancia, la misma, probablemente, que lo separa de cualquier libro, película o canción que representen o giren alrededor de la felicidad.

Alan Pauls, Historia del llanto.

28.10.08

26.10.08

Liliana Lukin

XXVII

Como una caja
que guarda y resguarda
aunque está expuesta

así ella
lanzada al reto
doble de su apuesta
de mostrar y guardar

hace del dar
su secreto.

Como una caja
tapada pero abierta.


Liliana Lukin, Construcción comparativa.

24.10.08

Borrascas

"A pesar de tantas cualidades sólidas, el destino de los biliosos es á menudo incierto, y su vida está llena de vicisitudes y borrascas; rara vez son felices. Los rivales le tiemblan; la sociedad teme sus disposiciones dominadoras; cada cual procura apartarse de ellos, y así gastan a menudo su juventud, aspirando en vano a una posición pasadera... [...] Menos empeñado, pues, en dominar que en no ser dominado, el bilioso, si á ello no se oponen las circunstancias de familia o de patrimonio, acude con frecuencia a las capitales, sea para afiliarse entre los que ilustran, crean o desnaturalizan la opinión, ora aspirando á los favores del gobierno establecido, ora trabajando para derribarle: [...]"

Pedro Felipe Monlau, Elementos de Higiene Privada (1846).

Extremidad

El antebrazo articula arrugas casi beige:
manos contraídas que, en su delirio,
irradian espejismos.

Hay mudez incitando el apagón,
días que transcurren
en puestas en escena baladíes.

¿Baladíes, dije? Es que hay ardor
en la aureola, en cada minúsculo
aspecto del acontecimiento.


De La felicidad ajena

21.10.08

Alberto Girri

Subsistiré, subsisto

Subsistiré, subsisto,
ser del pimpollo,
ser del transitorio pez,
naturaleza como mezcla.
Apenas anunciado,
la permanente degradación
me empuja al cambio,
inimaginable consumo
de fuego elemental,
agua, aire, tierra,
y formas que nunca nacen,
por ya engendradas,
actuales y futuras,
retrospectivas formas
repitiéndome en todos,
y yo todo y todos,
cargado a una inmortalidad
llamada muerte,
cuando el odio me disocie,
y lo oscuro sea recompensa;
amor
cuando presunta pureza,
me identifique en un lugar,
interior tentativa de conservación,
la única que pueden permitirse
tiempo y especies.
De Escándalo y soledades

14.10.08

Aunque sea inútil

La lucha del vicecónsul es una lucha a la vez ingenua y revolucionaria.

Es la mayor injusticia del tiempo, de todos los tiempos: y si uno no llora por eso una sola vez en la vida no llora por nada. Y no llorar nunca es no vivir.

Llorar, es necesario que eso también suceda.

Aunque llorar sea inútil, creo que, con todo, es necesario llorar. Porque la desesperación es tangible. Permanece. El recuerdo de la desesperación, permanece. A veces mata.

Escribir.

No puedo.

Nadie puede.

Hay que decirlo: no se puede.

Y se escribe.


Marguerite Duras

8.10.08

El Mayor y las perlas

Presentación de la novela
El Mayor y las perlas
de Sergio Fombona
a cargo del escritor Germán García.
Leerá fragmentos el actor Vando Villamil.

Lunes 20 de octubre, 19 hs
Centro Cultural de la Cooperación
Sala Jacobo Laks, 3º piso
Av. Corrientes 1543
Ciudad de Buenos Aires

6.10.08

Expresión de la luz


Obra de María Eugenia Bruno, integrante de ph15, http://www.ph15.org.ar/


Se puede colaborar con la fundación:
- Mediante donaciones de material fotográfico.
- Comprando el libro de ph15.
- Adquiriendo obra de los alumnos de la Fundación.
En cuyo caso, el 50% de lo recibido se destina a la financiación de los talleres,
mientras que el otro 50% va directamente al autor de la obra.
- Difundiendo las actividades de la Fundación.
-Realizando donaciones online.

4.10.08

Légamo removido

Es para mí el primer asombro de la poesía que, sumergida en el mundo prelógico, no sea nunca ilógica. Como buscando la poesía una nueva causalidad, se aferra enloquecedoramente a esa causalidad. Se sabe que hay un camino, para la poesía, que sirve para atravesar ese desfiladero, pero nadie sabe cuál es ese camino que está al borde la boca de la ballena; se sabe que hay otro camino, que es el que no se debe seguir, donde el caballo en la encrucijada resopla, como si sintiese el fuego en los cascos, pero sabemos también que ese camino sembrado de higueras cepilla las virutas del perro de aguas cuando comienza su lucha con el caimán en las profundidades del légamo removido.


José Lezama Lima