Nubes rojas de otoño
sobre el agua.
x
Cuentos ridículos,
frijoles mágicos,
y tus pies
que pisan miguitas
de mil caracoles.
x
Los pinos te abrazan
y el duende del bosque
vigila tu sueño.
x
Tus ojos de almendra
se ríen, se enojan.
¡Qué estúpida trampa
la de los carteles
para las hormigas!
x
Cascabeles brotan
de tu risa
y de tu llanto
nacen, cada vez,
las estrellas.
Dedicado a Claudia y a Francisco, y a aquellos días de abril en el mar, allá por 1998.
29.5.09
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario