El dominio del hombre

Impresionante trabajo de hipertextos publicado en el blog Mundo Perverso que expone en toda su brutalidad el desastre criminal de la gestión macrista en la Ciudad de Buenos Aires, realizado sobre el texto (por llamarlo de algún modo) machista y golpista de AR (el "filósofo" a sueldo de Macri que publica en el diario de De Narváez, el Cronista, cuyos trabajadores están de paro http://cocodrilocolorado.blogspot.com/ por los injustificados despidos sin indemnización que se vienen sucediendo): http://mundo-perverso.blogspot.com/2009/07/filosofando-por-un-sueno.html

En vez de citar fragmentos del texto de AR (y así evitar releerlo), prefiero reconfortarme y reconfortarlos con este reportaje al enorme León Rozitchner (el padre de AR, vean en Mundo Perverso el comentario de un lector al respecto), al que sí cito y nombro, con profunda admiración por su lucidez y humanidad:

Todos los medios, salvo algunos, muy pocos, forman parte de una gran estrategia de dominio económico, religioso y político. Dejan intersticios, es cierto, y éste es quizás uno desde el que ahora estoy contestando sus preguntas. El objetivo al que apuntan los media es el dominio del hombre: distorsionar el poder unitario del cuerpo pensante e imaginario para adecuarlo a esas necesidades ajenas. Los medios nos seducen o inquietan; nos ordenan a su gusto mientras nos desorganizan. Al hombre unitario hay que fragmentarlo por las ideas, las imágenes o los sonidos. Penetran por los grandes orificios del cuerpo: las figuras visuales, la palabra hablada y escrita, los sonidos. (...) Es evidente que los medios son los que construyen la imagen de la realidad “verdadera”. Todos los hechos y saberes que no coinciden con el sostén de esos núcleos de interés quedan excluidos: no existen ni para la conciencia ni para la imaginación de la gente. Los media se proponen que los propios conflictos y las necesidades colectivas se jerarquicen o desaparezcan para quienes los viven. El colapso de los mayores bancos del mundo y la caída de las bolsas de Estados Unidos aparece como una catástrofe sólo numérica, abstracta: no se muestra la miseria, las muertes, las guerras, que infló con los suspiros de la gente viva esa “burbuja” etérea, como si no estuviera llena de personas a las que se les expropió la vida.
http://criticadigital.com/impresa/index.php?secc=nota&nid=13010