Parece que se trata de problemas
que ya no ocupan
vuestras afiebradas mentes,
pero aquí, nosotros,
pobres mortales del común,
todavía seguimos anhelando
la certeza de una ecuación universal:
esa que demuestre empíricamente
por qué seguimos anudados
en este empecinamiento.
De la serie Breve historia de la mecánica celeste
30.4.09
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