28.2.09
Verónica Viola Fisher
Brindis
hagamos derroche
en esta dimensión
águila o buey sobre la boca
me arrastran por el cielo
de modo brutal
si digo que soy feliz
¿sonará el tambor
del arma que oculto tras la sien?
Mirta Rosenberg
suciamente reflejada en la humedad del pavimento.
Yo digo yo soy al caer de los árboles demorada
cuando el sol ya salió.
(Debo salirme de mí
porque de mí fui separada.)
Yo digo yo soy y alzo así un muro
de gotas o de lágrimas donde yo soy
la última, la que más tarde,
la que más cayó.
Yo soy yo digo
un paso más en la vereda,
el remolino de la boca de tormenta
en la tormenta.
(De mí lo mínimo, el solcito
que se ocultó, el piecito aferrado al pedal
del auto chocador.)
¿Viste esas nubes? ¿Las viste
o viste la sensación del aire,
la que el aire te dio? ¿Sentiste ahora
como yo? Yo soy yo digo
un acelerador del corazón,
un trovador automático que avanza
cada vez que empieza a caer la lluvia
y el tiempo se aproxima
(sobre el macadán lloroso
forman bañados
las primeras gotas)
donde hará falta consuelo.
25.2.09
almuerzo de reparación y de comunión con la naturaleza
pienso en una posible
estética de la mancha
escondida tras cortezas
que no debería
ser tan complicado arrancar
y veo flores tornasoladas
que ya descansan
sobre la tierra seca
23.2.09
“Un salto eterno”
Pero finalmente la doctora
20.2.09
Hotel Fraternité - Arnaldo Antunes
Composição: Arnaldo Antunes / Aldo Fortes / Hans Magnus Enzensberger
Aquele que não tem com o que comprar uma ilha
Aquele que espera a rainha de sabá na frente de um cinema
Aquele que rasga de raiva e desespero sua última camisa
Aquele que esconde um dobrão de ouro no sapato furado
Aquele que olha nos olhos duros do chantagista
Aquele que range os dentes nos carrocéis
Aquele que derrama vinho rubro na cama sórdida
Aquele que toca fogo em cartas e fotografias
Aquele que vive sentado nas docas debaixo das gaivotas
Aquele que alimenta os esquilos
Aquele que não tem um centavo
Aquele que observa
Aquele que dá socos na parede
Aquele que grita
Aquele que bebe
Aquele que não faz nada
Meu inimigo
Debruçado sobre o balcão
Na cama em cima do armário
No chão por toda parte
Agachado
Olhos fixos em mim
Meu irmão
19.2.09
18.2.09
Niños ajeros
Saludo a los trabajadores del ajo,
a los que recolectan el ajo en Mendoza,
los más explotados de todos.
Hay que ver sus manos.
Hay niños ajeros también.
Esas ristras de ajo no son otra cosa
que el símbolo de las cadenas
de la antigua esclavitud.
http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/subnotas/120138-38290-2009-02-18.html
http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-120138-2009-02-18.html
http://laalameda.wordpress.com/
Robert Creeley
no es más que ella misma
y todos los cuerpos juntos
son, uno a uno, la medida.
Yo soy finalmente
lo que tenía que ser
ni más ni menos,
volviéndome felicidad.
15.2.09
Ordenar
el
golpeteo
de
la
máquina
no
cede
olor
a quemado
que llega
de otro lugar
olor
que arde
en las tripas
no
comiste
nada
pero
igual
vomitás
ordenar
separar
entregar
retirar
abastecer
gritan
el
golpeteo
de
la
máquina
no
cede
De la serie Cama caliente
14.2.09
12.2.09
Cama caliente
“En este sistema las condiciones infrahumanas se ven facilitadas por el chantaje hacia una dotación esclava de su condición de extranjeros ‘ilegales’ y de una paga miserable que no permite retornar diariamente a los hogares si se quiere sacar algo de ganancia, lo que implica, en la mayoría de los casos, dormir al pie de la máquina”, denuncia Rubio.
"Las camas les dan nombre al sistema y permiten que la producción nunca se detenga. Mugrosas cocinas sin extracción al exterior y calefones que ventilan hacia el interior del propio local completan una escena que sólo puede constituir una novedad para alguien lego en la materia o con muchas ganas de hacerse el distraído”, ironiza.
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/las12/subnotas/2618-257-2006-04-21.html
10.2.09
Sergio Raimondi
La casilla del guardabarrera de Bahía Blanca Sur
tiene dos pisos: ladrillo abajo y arriba chapa y madera.
Abajo, sobre lo rojo, hierro: "Es prohibido
transitar por las vías". Los ingleses
construyeron sus frases desde los cimientos
con voluntad igual a la de sus arquitecturas:
funcionales y con vocación de eternidad,
pero aquí la localía impone sus límites,
menos por la acción razonada de los ciudadanos
que por la inercia convulsa de los paisajes.
Y alta ardió ayer la casilla, y cenizas quedaron
de la madera que cruzó el océano, y las chapas,
en el momento culminante del calor,
volaron sobre los cascos de los bomberos.
Luego encontraron entre las insistentes paredes
pedazos de vidrio y un hombre asado.
Si existieran, sería posible conjeturar
que el humo espeso y tentador, en volutas
negras revueltas subiendo hasta sus mesas,
habría complacido a los dioses del lugar.
De Poesía civil
procedimiento
y los lacres se quiebran
entonces vos
con infinito cuidado
volcás agua dulce
sobre mis párpados
y después te quedás
a cierta distancia
hasta que los sellos
vuelven a cerrarse
8.2.09
Brujas
(…) la señora Presidenta asumió que le quede tiempo o no, ella es la encargada de las cuestiones domésticas y de crianza en su familia, haciendo público que también padece la doble jornada laboral –que así la suelen llamar las feministas– aun siendo la presidenta de la Nación. Ajá. Lástima que de inmediato asuma esa desigualdad como una condena que recibió en la cuna o aun antes, cuando el médico dijo “nena” –así era antes–, condena que recibieron otras antes que ella, todas las otras antes y después de ella, porque así es la historia. O sea: la doble jornada laboral sería, según su discurso, un atributo de nacimiento al que se puede abordar con humor y sin críticas –y con calefones y lavarropas nuevos, porque total el auto para ir a pasear lo tienen los varones–. (...) señora Presidenta, hubo y está en curso una revolución en este mundo cuyos cambios más notorios empezaron a verse hace más o menos 60 años y que tiene como protagonistas a las mujeres y como líderes a las feministas (...) la doble jornada laboral es una inequidad cotidiana que exige políticas de Estado y hasta obra pública –por ejemplo: la creación de guarderías– y es una demanda de millones de mujeres movilizadas que han entendido lo contrario de lo que usted enuncia. Todo esto dicho desde la ingenuidad, ya que es de suponer que no hay intención en este anuncio de decirles a las mujeres que no busquen trabajo, que va a haber poco, ya se ve, y se queden en su casa con sus aparatos nuevos. Sobre todo porque a esta altura de la revolución feminista quedan muy pocas mujeres que se encandilen con lavarropas o calefones como sucedió, tal vez, después de la Segunda Guerra.
Marta Dillon
Para leer el artículo completo: http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/las12/26-4710-2009-02-08.html
4.2.09
Egberto Gismonti: Infância-Baião Malandro
"La mejor música es ésa que nos hace felices (...) la gran función del arte es la de probar al ser humano que él sólo no es suficiente, que sus ideas no son suficientes para representar la vida. El arte es el único justificativo para la continuidad del hombre. Sin arte no vale la pena vivir. La música es mi norte, es mi vida, y no hablo de una música en particular sino de la música. Mucha gente cree en dioses a los que les pone distintos nombres, yo creo en la música."
Egberto Gismonti
2.2.09
Victoria Palacios
La escuela
Los farolitos de La Sonia
tambalean con la lluvia.
El viento carnero
levanta
el embarque,
zanjando el paisaje
de los mocosos erizados
como renos.
Una manta
sobre el barro de basura.
Las astillas amargas
frotan mis ojos secos.
Mensaje inconcluso.
Diálogos de luna
en las botellas.
De Alambique
Para leer sobre la autora y su obra: http://www.libroskemuerden.blogspot.com/